Si dijéramos que el sol cae sin ganas en el cielo cuando el cielo está escapando y la soledad es más sola en la cama, y la luna es una lágrima sin llanto; te diría que estás muerta mi amor, por eso te estoy amando. Si dijéramos que nunca hubo tan bella una noche como esta, tuya y mía, si dijéramos que bajo las estrellas tu mirada y mi mirada están perdidas; te diría que estoy muerto mi amor, eso es lo que te diría.

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Aquello fue una despedida, y como todas no tenía un buen sabor… Salían de sus bocas palabras que no se iban a decir nunca. Ella derramaba lágrimas que llevaban su nombre en cada una de ellas. Él la consolaba, no le gustaba verla así. Y acabaron haciendo un pacto, prometieron sonreír de tal manera que los demás se preguntasen por qué sonreían, que si la vida les iba mal contarían con el otro para conseguirlo. Era una despedida, si, pero aquella fue diferente. Ambos se fueron por su camino, ambos se fueron alejando poco a poco el uno del otro. Pero esa promesa la cumplirían pensando en el otro. Sonreirán y esa pequeña curva que se dibujará en su cara tiene un nombre y un gran sentimiento detrás.

2 comentarios:

  1. que lindo que todas las despedidas fueran asi de dolorosas y lindas al mismo tiempo.

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  2. Niñaa.. esta entrada es mia ¬¬ !
    Me pillaste en un mal dias, asique ya estas borrandola :) Graciias :)

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